Etiquetas

Calabacín




     La planta del calabacín es muy productiva, se adapta bien a su cultivo en recipientes siempre que le proporcionemos las condiciones adecuadas. No se trata de un cultivo fácil y tal vez no sea el más adecuado para iniciarse, pero alguna vez tiene que ser la primera. Su cultivo se realiza en verano ya que necesita de altas temperaturas y muchas horas de luz para su desarrollo, requiere además de un volumen de sustrato importante y que esté muy abonado pues es muy exigente en nutrientes. Considero que el volumen mínimo de sustrato del que deberíamos de partir es de 40 litros, un volumen mayor nos dará una planta más vigorosa y más productiva.

     Es una planta de gran porte, invade tanto el sustrato en el que se encuentra por el desarrollo de sus raíces, así como la parte aérea por las grandes dimensiones que adquieren sus hojas, poniéndole difícil el crecimiento a las otras plantas que se encuentren en el mismo recipiente. Por ello es aconsejable que se cultive en recipientes independientes de gran tamaño y dejando sitio a su alrededor para que el crecimiento de sus hojas no moleste a las otras plantas cultivadas en recipientes cercanos. En el caso de optar por cultivarla en el mismo recipiente con otras plantas, este deberá de tener unas dimensiones considerables y tendremos que dejar mucho espacio entre la planta de calabacines y las otras plantas de su alrededor, unos 40 cm. Sí hace una buena asociación con las judías ya que estas son menos exigentes en nutrientes y además aportan nitrógeno al sustrato por lo que podrían plantarse muy cerca de ellas, siendo una de las pocas excepciones.

     La planta de calabacín la obtendremos fácilmente de semilla (siempre es preferible que sea ecológica). Para ello plantaremos una semilla a una profundidad cercana a los 3 cm en el semillero, pueden plantarse desde abril a junio al aire libre, mantendremos húmedo el sustrato y alrededor de los 4 días habrá germinado la semilla, cuando la planta alcance los 8 ó 9 cm de altura estará preparada para transplantarla a su recipiente definitivo.

     Una vez transplantada apreciaremos su crecimiento vigoroso día a día, para ello debemos aportarle el agua necesaria para mantener el sustrato húmedo continuamente y como siempre teniendo la precaución de que no quede encharcado. Además deberemos de tener mucho cuidado a la hora de realizar el riego al objeto de no mojar la planta ya que es muy sensible a la aparición del "oídio", un hongo que ataca con facilidad a estas plantas y que se convierte en uno de sus mayores problemas, como veremos más adelante. También es importante para mantener la planta vigorosa durante todo su ciclo comenzar a echarle algo de abono semanalmente al sustrato a partir del mes de su transplante, como siempre con abonos ecológicos, bien sea regando con algún abono líquido o bien echando un puñadito de abono sólido, como podría ser el humus de lombriz.

     A las pocas semanas empezarán a salir las primeras flores. Los calabacines al igual que ocurre con las plantas de su misma familia las curcubitáceas (melones, sandías, calabazas) presentarán flores femeninas y flores masculinas por separado, para su polinización los insectos son los encargados de llevar el polen de la flor macho a la flor hembra. Esto en un campo donde hay cultivadas un montón de plantas de calabacines y existen gran cantidad de insectos polinizadores no supone un problema, pero en el caso del cultivo en terrazas y balcones puede darse el caso de que no haya insectos polinizadores, o que por las pocas plantas cultivadas sólo tengamos flores masculinas o femeninas durante un periodo determinado por lo que no conseguiremos que las flores femeninas se polinicen y nazcan nuestros preciados calabacines. Por ello debemos de plantar más de una planta de calabacín (como mínimo dos), así las posibilidades de tener flores masculinas y femeninas a la vez serán mayores y lo más importante haremos nosotros de insectos polinizadores para garantizar el éxito en nuestra tarea (más abajo os explico cómo), además para complicar un poco más el tema de la polinización las flores se abrirán de madrugada y durarán muy pocas horas abiertas, es decir que tenemos poco tiempo para polinizarlas.

     En primer lugar debemos de aprender a distinguir entre que flores son las femeninas y cuáles las masculinas, eso es fácil una vez las estamos viendo, el tallo de la flor femenina tiene la forma de un pequeño calabacín, de hecho si la flor se poliniza será este el que se desarrolle hasta obtener el calabacín y en caso contrario se marchitará. El tallo de la flor masculina no presenta ninguna forma particular.



Aquí podéis ver dos flores femeninas antes de abrir.

Una flor femenina abierta con su pequeño calabacín detrás

     Ahora que sabemos distinguir una flor de otra, haremos las funciones de insecto polinizador, para ello con un pincel o con un bastoncillo de algodón para los oídos haremos lo siguientes pasos:

 
1.- Tomaremos con el bastoncillo un poco de polen de la flor macho


2.- Como podéis ver el polen queda adherido al bastoncillo, coger un poco más del mostrado aquí

3.- Ahora pasaremos el algodón por la flor hembra y con esto acabamos

     Este proceso lo realizaremos por la mañana temprano ya que si el calor es intenso como sucede en verano las flores se abrirán de madrugada y aguantarán abiertas alrededor de unas tres o cuatro horas. Pronto aprenderéis a saber que flores abrirán al día siguiente por el tono amarillo que toma la flor la tarde anterior a abrirse. En varios foros y blogs he leído que se puede guardar la flor masculina en una bolsa cerrada o cualquier otro recipiente hermético en la nevera durante 4 días, por si fuera necesario polinizar con el polen de ésta a las flores femeninas en el caso de no tener ninguna en la planta, yo lo he probado en alguna ocasión pero no he tenido éxito, sin embargo no me cabe la menor duda de que funciona ya que las fuentes consultadas son totalmente fiables.

    Una vez polinizada la flor el calabacín crecerá en pocos días (de 3 a 5), debemos de estar atentos para que no se haga demasiado grande, ya que en tal caso se llenará de semillas y estará menos tierno para comer. Yo los he estado cortando con una tamaño entre 20 y 23 cm de largo, un poco más pequeños tienen menos semillas, de todos modos va a depender también del volumen de sustrato que tenga la planta.


     Para recolectarlos los cortaremos por la base con cuidado de no dañar el resto de la planta. Los calabacines que no se hayan polinizado es aconsejable quitarlos para que no consuman energía de la planta.


     Como decía al principio no es de las plantas mejores para iniciarse en el macetohuerto porque tiene sus complicaciones, sin embargo espero que esta información os sea útil para llegar a buen término y nos os ocurra como a mi al principio. Yo cometí bastantes errores en los primeros intentos de cultivar calabacines, sobre todo por desconocimiento que me llevó a tener las plantas donde no recibían las suficientes horas de luz y también a ponerlas en un volumen de sustrato escaso, con el tema de la polinización para que contaros hasta que navegando por internet conseguí aprender como hacerlo.

      En cuanto a los problemas que pueda presentar la planta el más típico es el oídio, como ya comentaba antes se trata de un hongo que prolifera cuando la planta está mojada y existen altas temperaturas, se comienza a apreciar por manchas redondas que van saliendo en el énves de la hoja y que si continúa creciendo cubrirá la hoja completa marchitándola y propagándose al resto de la planta por sus esporas.



     Para prevenir su aparación en la medida de lo posible intentaremos evitar que la planta se moje cuando la regamos, procuraremos además que esté lo más aireada posible quitanto las hojas viejas y sobre todo aquellas que están muy cerca a la humedad del sustrato que normalmente son en las primeras en que aparecen. Y para evitar que se extienda quitaremos las hojas afectadas teniendo cuidado de no traspasar las esporas a otras hojas cercanas en su manipulación. Tanto para su prevención como para su cura podemos tratar a la planta con azufre, bien espolvoreado o en solución con agua; la leche disuelta en agua en 1/10 parte (1 de leche y 9 de agua) también funciona como preventivo, he probado con proporciones de 50 % de leche y agua como curativo pero una vez está instalado el oídio retiene un poco su propagación pero no lo cura, por lo menos en mi experiencia.

     En cuanto a posibles plagas hay que tener mucho cuidado con la mosca blanca y con los pulgones sobre todo cuando la planta es pequeña.



No hay comentarios: